Hace poco leí un artículo que para muchos causaría sorpresa, cuyo título
era: "El verdadero tamaño de los continentes",
donde de forma amena describe la “errónea” imagen grabada del mapamundi escolar
en la mente de todo niño.
El hombre, como hemos dicho en otros artículos de este blog, siente la
necesidad de plasmar en “una superficie plana” la tierra, que es esférica. Pero
¿cómo transformar un cuerpo esférico, con volumen, a un cuerpo plano?
Este problema, queda resuelto, usando las proyecciones cartográficas, a
través de las cuales esa esfera llamada tierra, se desarrolla usando una
superficie auxiliar (cilindro, esfera, cono), para transformarse en una superficie
sin volumen donde están representados los diferentes continentes.
Todo intento por representar la tierra en una superficie, desvirtúa el
verdadero tamaño de los continentes, ya que en función de aquella
característica que se conserva se distinguirán 3 tipos:
Proyección
equidistante: las distancias son iguales en la esfera que en el papel.
Proyección
equivalente: las superficies se conservan.
Proyección conforme:
se conservan los ángulos.
De esta forma, dependiendo para lo que usemos ese mapamundi, se precisará
de un tipo de proyección u otra.
La proyección más usada y cuya imagen está en nuestras mentes, es la
Proyección Mercator, que tiene como principal característica que es una
proyección cilíndrica que conserva los ángulos y no las superficies.
Con esta proyección los meridianos y paralelos forman un ángulo recto,
permitiendo trazar trayectorias con rumbo constante, muy útil para la
navegación. El gran problema que se plantea, es que al acercarse a los polos,
los paralelos son cada vez más cortos, y sin embargo en el mapa se representan
con igual longitud que el Ecuador. He aquí la enorme distorsión de la
proyección, donde Groenlandia es tan grande como África (14 veces más grande).
Entonces, nos surge una pregunta ¿cuál es la mejor proyección para
representar con mayor exactitud los tamaños de los continentes? Pues sería aquella,
que respetase las áreas, que por desgracia no existe.
Se puede llegar a ser más fiables en los tamaños, pero nunca poderlos
representar de forma exacta en una superficie plana.
Entre las más aceptadas están:
La proyección de Winker
Tripel (1921), que surge de una evolución de la proyección de
Lambert (conforme y cónica), que no se inscribe en un círculo, ni tampoco en
una elipse de proporción 2:1, sino en la media aritmética de ambas. Se ha dicho
de ella que es la mejor proyección jamás creada, y desde 1998 la National
Geografic la ha adoptado como su proyección de referencia.
La proyección Robinson, fue la creada por el cartógrafo americano
Arthur Robinson, y usada por la National Geografic entre 1988 y 1998. Esta
proyección que no es equiareal y fue construida mediante una tabla de
coordenadas cartesianas, es decir de manera casi artesanal, ganó suficiente
fama como para convertirse en el estándar de muchas publicaciones durante los
años sesenta y en adelante. Tiene sus deformaciones ya que se puede ver que los
paralelos son rectos, pero los meridianos no, además, los polos son mostrados
como una línea en vez de como lo que son, un punto.
Y por último hablar de la Proyección de Peters (1973), creada por
el historiador Alemán Arno Peters y que a pesar de ser equiareal, es el
resultado de una variación de una proyección creada por el científico inglés
James Gail un siglo antes. Peters argumentaba que la proyección Mercator
exageraba el tamaño de los territorios situados más al Norte del Ecuador, donde
sospechosamente los países situados alrededor de aquel (Europa y EEUU) quedan
sospechosamente centrados en el mapa. Su propuesta era separar los paralelos
cuanto más cerca del ecuador. Aún así las distorsiones en las zonas polares y
ecuatoriales siguen siendo son enormes.
Tuvo gran éxito y aparecía en las
aulas hasta los años 80.
El problema está en ver la realidad tal cual es.
Thích Nhất Hạnh (n.1926)
Thích Nhất Hạnh (n.1926)
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