domingo, 2 de diciembre de 2018

LEVANTAMIENTOS TOPOGÁFICOS DRON VERSUS METODOLOGÍA CLÁSICA.


   Leyendo un artículo en relación al 75 cumpleaños de “El Principito”, recordé uno de los capítulos que hablaba del geógrafo y describía el personaje como un señor anciano que escribía libros enormes.

   Con esta pequeña introducción, me gustaría continuar compartiendo un extracto de la conversación entre El Principito y el geógrafo que me servirá de preámbulo para este artículo que espero os resulte interesante.

Extracto del Capítulo XV del El Principito:

“… ¿Qué es ese libro gordo? – dijo El Principito. – ¿Qué hace usted aquí?
Soy geógrafo – dijo el Señor anciano.
¿-Qué es un geógrafo?
- Es un sabio que sabe dónde se encuentran los mares, los ríos, las ciudades, las montañas y los desiertos.
- Eso es muy interesante – dijo el principito. – ¡Éste es, por fin, un verdadero oficio! - Y echó un vistazo a su alrededor sobre el planeta del geógrafo. Nunca había visto un planeta tan majestuoso.
- Su planeta es hermoso. ¿Tiene océanos?
- No puedo saberlo – dijo el geógrafo.
- ¡Ah! – (El principito estaba decepcionado). – ¿Y montañas?
- No puedo saberlo – dijo el geógrafo.
- ¿Y ciudades y ríos y desiertos?.
- Tampoco puedo saberlo – dijo el geógrafo.
¡- Pero usted es geógrafo!
- Exactamente – dijo el geógrafo – pero no soy explorador. Carezco totalmente de exploradores. No es el geógrafo quien va a contar las ciudades, los ríos, las montañas, los mares, los océanos y los desiertos. El geógrafo es demasiado importante para andar paseando. No abandona su escritorio. Pero en él recibe a los exploradores. Los interroga y toma nota de sus recuerdos. Y si los recuerdos de alguno de ellos le parecen interesantes, el geógrafo hace una encuesta sobre la integridad moral del explorador…”

   Al hilo de esta pequeña conversación literaria pero que, aunque parezca irreal tiene mucho de verdad, habría que destacar si lo llevamos al terreno profesional, ¿hasta qué punto está relegado en nuestro día a día la topografía clásica?

   Con la llegada de las nuevas tecnologías aplicadas al campo de la topografía, en concreto los RPAS o Dron (vehículos aéreos que se controlan a distancia), miramos con buenos ojos realizar levantamientos de una forma rápida, eficaz y de calidad. 


   ¿Pero estamos seguro dónde reside la calidad del levantamiento topográfico realizado con vuelos dron?

      Desde la experiencia en levantamientos topográficos de detalle o como se suelen llamar taquimétricos de detalle, no sólo hay que saber realizar un correcto y metódico vuelo para obtener fotogramas de calidad, sino además hay que ser finos a la hora de saber qué profesional realizará la restitución para obtener la cartografía en base a los pares de fotogramas orientados y qué profesional contrataremos para alcanzar lo que el cliente necesita.

                De una forma esquemática se necesitaría:
·   Un apoyo de campo correcto y de precisión.
·   Un vuelo con fotogramas y metodología de calidad.
·   Una restitución rigurosa.
·  Lo más importante para mí: una revisión de campo exhaustiva.



   ¿Por qué el último punto con tanto interés? Simplemente para no convertirnos en el geógrafo de El Principito.

    Los levantamientos topográficos obtenidos a través de vuelos de baja altura, no van a sustituir por ahora, a levantamiento topográfico con metodología clásica, ya que una vez obtenida la primera fase de la cartografía, se necesitará ir al terreno, pisarlo, pasearlo e ir revisando todo y cada uno de los detalles que el restituidor, por falta de información (zona de arbolado o vegetación) o por despiste no lo ha reflejado.

  Topografía clásica realizada con tecnología GNSS o con estaciones totales, pero siempre imprescindibles para obtener un trabajo definitivo minucioso, detallista y preciso.
    


Y para acabar y recapitulando, me gustaría insistir en ese adjetivo que nuestro personaje de El Principito nos mencionó: no debemos de dejar de ser exploradores. Y para serlo, no podemos dejar de inspeccionar en el campo.

La tecnología ha llegado para quedarse y para hacernos el trabajo más fácil, pero por ahora no puede suplantar a la topografía clásica y al Ingeniero Técnico en Topografía.

      “…Y el geógrafo, habiendo abierto su registro, le sacó punta a su lápiz. Los relatos de los exploradores se anotan primero con lápiz. Para anotarlos con tinta se espera a que el explorador haya suministrado pruebas…”