jueves, 25 de diciembre de 2014

¿QUÉ DE CIERTO TIENEN LOS ANTIGUOS MAPAS?


   Ahora que el año 2014 va ultimando sus días de existencia, tengo la sensación de que todo no es lo que parece, o lo que es parece no ser, fundado en todo momento por el punto de vista o de referencia desde el que se mire. Todo es relativo, nada es absoluto, como dijo Einstein.

   Desde el primer mapa creado por el hombre, hasta el último de nuestros días, tienen un matiz de subjetividad o de imparcialidad siempre justificado por una idea cultural, física o religiosa.

  Los mapas han cambiado mucho y no siempre el centro geométrico ha sido distinto al centro étnico. En casi todos los mapas conocidos hasta el s. XVI el centro étnico y el centro geométrico coincidían, quedando perfectamente definido en la frase de Mercator “los mapas son los ojos de la historia”. De esta forma:

   Los mapamundis romanos, siguen el modelo circular de los geógrafos jonios, donde el centro del mundo es lógicamente Roma.



   Los cartógrafos chinos generaron una representación del espacio en la que el centro estaba ocupado por el palacio real del emperador y alrededor de él se ordenaban sus dominios imperiales.
El mapa Kangnido (Mapa Integrado Histórico de Países y Ciudades) fue hecho en Corea a partir de un informe chino de 1402 confeccionado por Gim Sa-hyeong

   De la misma forma se diseñaban los mapas cristianos de la Edad Media, en los que el mundo aparecía dispuesto circularmente alrededor de la ciudad Santa de Jerusalén, o aparecía con proporciones mayores.
Mapamundi, Beato de Fernando I y Sancha (apocalipsis Beato de Liébana)

   En todos los casos el centro era móvil porque el observador no se preocupaba por ocultar su lugar de observación dejándolo fuera de la representación. Para el observador era claro que el centro geomégrico coincidía con el centro étnico y religioso desde el cual observaba.

   Sin embargo con la conquista de América, la cartografía incorpora la perspectiva con un punto de vista fijo y único, con una mirada soberana fuera de la representación, por lo que el lugar de observación se torna invisible y genera una mirada universal sobre el espacio.

   Los mapa mundis del s.XVI y s. XVII, organizan los espacios en continentes e imperios, construcciones geopolíticas que aparecen ordenadas de acuerdo a imperativos extracientíficos.
Pero, ¿dejan de ser diseños subjetivos? Pensándolo objetivamente, creo que no.

   Los mapas son generados y diseñados por y para un fin y el resultado final estará condicionado y rodeado de circunstancias que crearán una idea del mundo de forma relativa.

¿Era real lo que nuestros antiguos cartógrafos reflejaban en los mapas? Desde su punto de vista sí.