Siempre me han maravillado las historias de los antiguos cartógrafos que surcaban las aguas en
busca de nuevas tierras que descubrir, viajes llenos de peligros y aventuras
donde la pasión sobrepasaba a la razón.
Hace poco,
realizando unos trabajos en El Puerto de Santa María (Cádiz), paseando por sus
calles, encontré un mural en conmemoración a Juan de la Cosa. Así que con este
casual tropiezo, decidí abrir el blog este 2019.
Juan de la Cosa, fue
un navegante y cartógrafo que nació en Santoña (Cantabria) entre los años 1450-1460,
en una familia de marineros. En el año 1488 es destinado a Lisboa como espía de
los Reyes Católicos teniendo como objetivo recopilar información de los marinos
portugueses, hasta que descubierto y perseguido, huye de nuevo a España.
Después de esta primera aventura, Cristóbal Colón, en su primera expedición (1492) a las
“nuevas tierras”, lo escoge como navegante y cartógrafo en el Navío de Santa
María, que naufraga, tensando la relación entre Colón y de la Cosa.
A pesar de estas
discrepancias, en 1499 Juan de la Cosa es nombrado piloto de la segunda
expedición con Alonso de Ojeda. Ésta marcará un antes y un después
para la vida de la Cosa, ya que es donde descubrirá para la Corona española la región, llamada hoy,
Venezuela, en la desembocadura del Orinoco y el Cabo de Vela y a su
regreso, da a conocer la “Carta-mapamundi”, en la que ilustra todo lo vivido y visto entre las dos expediciones realizadas y los descubrimientos
realizados por potugueses y españoles como: Colón, Pinzón, Ojeda, Juan Caboto y
Vasco de Gama.
En este mapa del
Nuevo Mundo, encargado por los Reyes Católicos y realizado en El Puerto de
Santa María, Juan de La Cosa une América, que hasta entonces se pensaba que
eran dos tierras separadas. América, a partir de entonces, pasa a ser sólo
un continente.
Juan de la Cosa,
como cartógrafo y navegante apasionado, regresa de nuevo en otra expedición de
Rodrigo Bástidas al Cabo de Vela y Darién en la que se consiguió gran cantidad
de oro y por ello es nombrado alguacil
mayor de Urabá.
Sigue trabajando
para los Reyes Católicos, en concreto para la Reina Isabel, siendo de nuevo
espía y realizando nuevas expediciones, hasta que en el año 1510 realiza otra
expedición hacia las costas de Cartagena de Indias con Alonso de Ojeda.
Allí Juan de la Cosa
encontrará su muerte. En el afán de Ojeda de colonizar más zonas, se
dirigen hacia las tierras de Turbaco. Sorprendidos por los indios, Juan de La
Cosa es alcanzado por una flecha envenenada. Murió el 28 de febrero de 1510 en
la actual Colombia.
A los 50 o 60 años de
edad, este cartógrafo que no dudó en exponer su vida fuese por dinero o por pasión, nunca lo sabremos, pero lo que sí es cierto es que gracias a estas
peligrosas expediciones realizadas por enormes navegantes y entusiasmados cartógrafos, que nos revelan joyas que sin ellos no
hubiera sido posible.
Los mapas son los
ojos de la historia, como dijo Mercator y los cartógrafos sus manos.
Documentación: Biografía de Juan de la Cosa, otras biografías
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