jueves, 17 de octubre de 2013

EL ABUELO DEL GPS

    

    El querer conocer con precisión dónde nos encontramos, no es un capricho nacido en los últimos siglos.

  Actualmente nuestro avance tecnológico, nuestra cultura y conocimientos, han hecho posible que cualquier ser humano que posea un Smartphone en su bolsillo, pueda encontrar de forma inmediata su posición. Pero aunque nos parezca maravilloso, también lo es el poder situarnos a través de las estrellas como hacían nuestros antepasados con el uso del Astrolabio.
   El Astrolabio, buscador de estrellas, se inventó en el 150 a.C. y se atribuye a Hiparco. Este instrumento se utilizaba fundamentalmente para calcular y predecir las posiciones de objetos celestes, determinando nuestra posición norte-sur sobre la tierra, claro está dependiendo ésta, de la habilidad en el conocimiento de las trayectorias de los astros.


   Con el paso de los años, en el s. XVIII, el astrolabio se empezó a utilizar en grandes travesías por mar, por lo que se adaptó para obtener la latitud de forma sencilla, desarrollando un Astrolabio marinero, capaz de medir la altitud meridiana de un objeto celeste. 

  Con este dato y con los libros de tablas que indicaban la declinación del sol en el día y de las principales estrellas en las mediciones nocturnas y según fechas, se obtenía la latitud de nuestro posicionamiento.

   !!Mucho más complicado que darle a un botón¡¡, ¿verdad?

   Si queréis conocer más sobre su uso, os dejo un video fascinante en el que nos explica de forma resumida algunas de sus utilidades: 


   Hoy en día, ya no miramos al cielo en busca de estrellas, sino más bien buscamos en el cielo satélites, a través de los cuales nos darán la situación exacta en longitud y latitud de nuestro posicionamiento. Con estas coordenadas y con el uso de nuestro Smartphone nos dirán de forma inmediata: ¡está usted aqui!



  Con las nuevas tecnologías, ganamos en rapidez, precisión y exactitud, pero perdemos una percepción palpable de nuestra relación con el universo.